sábado, 23 de febrero de 2008

LA VIEJA HISTORIA DEL VASO...

Hay quiénes ven un vaso medio lleno, y decimos que son optimistas. Otros lo ven medio vacío y afirmamos que son pesimistas.
La vida es un contraste entre los que sueñan y ven una razón para hacer las cosas impensables, y entre los que buscan inteligentemente motivos sobrados para no hacerlas.
¿Cómo se han construido las grandes empresas?
Se han edificado con hombres que ven, en todo, oportunidades y no amenazas; con individuos que ven soluciones y no problemas, con personas que suelen usar la creatividad y la innovación para hacer justamente lo que otros, encerrados en sus paradigmas, ni pueden ver, ni mucho menos pueden hacer.
Por eso pensamos, en El Colegio Invisible, que el optimista siempre tiene un proyecto, y en cambio el pesimista siempre tiene una excusa.
¿Quiénes han construido la civilización?, ¿quiénes son los que han luchado para que los "imposibles" se hagan realidad?

viernes, 15 de febrero de 2008

¿DE QUÉ SOMOS DUEÑOS?

Uno es dueño de muy poco, pero de entre lo poco, de mucho.
¿Qué nos llevamos a la tumba? Nada.
¿Con qué vivimos nuestras vidas? Con las vivencias de cada instante, de cada momento y experiencia. Fuera de eso, como bien dijo Salomón en sus Proverbios: "Todo es vanidad".
Lo que tenemos, si es material, acaba en el polvo, como nosotros mismos. Lo que pensamos, lo compartimos con todos, y solo el amor, o el odio, son verdaderamente nuestros. El primero nos da vida, el segundo nos da muerte.
Hoy evocamos aquí, en El Colegio Invisible, la tesis, entre filosófica y poética, del gran Schiller:

A todos pertenece lo que piensas. Sólo es tuyo lo que sientes. Si
quieres que sea tuyo lo que piensas, has de sentirlo.

SCHILLER, Friedrich von Poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán y, por supuesto, Maestro de El Colegio.

jueves, 14 de febrero de 2008

PEDAZOS DE UNIVERSO

Ha dicho Ralph W. Emerson:
El hombre es un pedazo de universo hecho vida.
Y es que somos una emanación, auténticos destellos de Dios desprendidos de Su Ser infinito, poderoso, omnipresente, perfecto, justo y soberano.
La creación -la realidad conocida, y aún la desconocida- es la Volutad de Dios revelada en el mundo. Por eso Dios es Creador, Gran Arquitecto del Universo y es el Dios de todos, aunque los hombres en las diferentes culturas del mundo le hayan puesto diferentes nombres y le perciban, comprendan y adoren de modos diferentes.

Dios es UNO, como bien dicta el Shema, expresión máxima de la fe entre los judíos.
Aqui, en El Colegio Invisible, enseñamos a los colegas cosas como las siguientes:

Adora al Gran Arquitecto del Universo.
El verdadero culto a Dios consiste en las buenas costumbres.
Haz el bien y deja hablar a los hombres...
Jamás juzgues ligeramente las acciones de los hombres, perdonándolas o condenándolas, DIOS, que es quien sondea nuestros corazones, es Él quien puede
apreciar sus obras...
Y en El Colegio decimos muchas cosas más...
¿Estaremos mal?

miércoles, 13 de febrero de 2008

Y HABLANDO DE SABIONDOS...

En el Libro de los Proverbios, en la Biblia, se dicen verdades de a kilo. Habría que leer y meditar en el Libro, desde niños, para no cometer tantos errores en la vida. Pero la realidad es que solemos crecer metiendo una, y sacando la otra. Caminamos a prueba y error.
Bien dicen las abuelas: "Nadie nace sabiendo.. nadie".

Pero no nos queda de otra. Es la vida -los años, dicen otros- la que nos va abriendo los ojos, no importa que hayamos cometido las barbaridades más osadas. Pero Dios es grande y por eso no
hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría.

El primero nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir.
Así ha dicho Sorcha Carey, profesora inglesa en artes. Pero, sin duda, ella también aprendió del Libro de los Proverbios. Aquí, en El Colegio Invisible, aprovechamos la experiencia de los demás...

LOS DOCTOS

En las ciencias, en la filosofía, en la academia universitaria, en las fraternidades filosóficas que pugnan por el crecimiento del hombre de manera integral, en la política y en todos los campos de la actividad humana sobresalen los leguleyos, los doctos, los lenguas largas y los sabiondos.
Unos, aunténticos paranoicos, dicen ser todo y haber estado en todo; otros, pontifican y sostienen tesis y afirmaciones fantásticas y absurdas.

Muy pocos oradores y comentaristas (por ejemplo en los talleres de El Colegio) son lo suficientemente sabios para asumir una conducta humilde y precavida cada vez que hacen uso de la palabra. Nunca dicen, por ejemplo, "a mi me parece", "yo sostengo", "pienso que", etc.

No. Lo que hacen es sostener, afirmar y pontificar cual sabios infalibles. Bien dice el decir que "los sabios callan, pero los tontos -y además necios- gritan".

Pero Aristóteles (384 AC-322 AC) lo dijo mejor:


El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.

Y así pensamos en El Colegio Invisible...


LAS VERDADES DE FE


Muchos se ocupan en pretender demostrar científicamente que los supuestos, o las verdades de fe de las religiones, son falsas. Cuestionan, por ejemplo, el misterio sublime de la resurrección del Señor o bien sus milagros o señales consignados en el Evangelio y testificados por cientos de personas en "aquéllos tiempos".

Las verdades de fe son indiscutibles, no porque sean verdaderas para todos -incluyendo para los no creyentes- sino porque toda discusión acerca de ellas es, por su propia naturaleza, inútil.

¿A dónde conduciría una discusión de este tipo?, ¿qué beneficios puede conllevar un debate así?, ¿acaso alguién triunfa y vence al contrario en asuntos de creencias?

El hombre de ciencia busca y encuentra, explica y postula principios, leyes y verdades del mundo físico o natural. Pero el hombre de fe -aún aceptando éstas- cree en realidades que en este mundo no parecen posibles ni explicables, sino solo en los mundos sublimes y espirituales; las verdades de fe forman parte de otros mundos que son esenciales, y como tales, son verdades imposibles para los ojos físicos.

La resurreción del Señor y sus milagros, por ejemplo, son perfectamente válidos para el creyente pero no para el racionalista empeñado solo en aceptar "lo que ve", como Tomás, el incrédulo.

El hombre, decimos en El Colegio Invisible, es un ser pensante, pero también es un ser creyente. Acá, en los Talleres de El Colegio, sostenemos que el hombre intiligente cree y sabe, es decir, él esta entre la ciencia y la virtud, entre la materia y el espíritu, o sea: ¡Entre la escuadra y el compás...!

Piensa, pero también cree. La diferencia es que es creyente, pero no crédulo...

domingo, 3 de febrero de 2008

EL MES DEL AMOR

Ya empezó febrero, y con él la fruslería mercadotécnica del amor.
Todos asumen el amor como algo que se festina en un mes o en un día; sucede lo mismo con los "días" que el comercialismo consumista dicta a las conciencias de los enajenados compradores en las tiendas de autoservicio, que hasta "ventas nocturnas" realizan para engatuzar a miles de cursis compradores para dizque celebrar a las madres, los padres, los compadres, los niños, los abuelos y cuanta cosa inventan.
En el Volumen de la Ley Sagrada -como decimos en El Colegio Invisible- en la Primera a los Corintios, Capítulo 13, vvs. 4-8, la Palabra del Gran Arquitecto, Dios Omipotente, Inmutable, Eterno y Justo, el Dios de todos los hombres creyentes de esta y de todas las culturas y civilizaciones, por medio de la Inspiración de su Hijo, Jesús, Pablo -su Apóstol- nos enseña:

"El amor tiene paciencia y es bondadoso. El amor no es ostentoso ni se hace
arrogante. No es indecoroso, ni busca lo suyo propio. No se irrita, ni lleva
cuentas del mal. No se goza de la injusticia, sino que se regocija con la
verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor
nunca deja de ser".

Pablo contextualiza su enseñanza aduciendo que de nada sirve ser erudito, sabio, culto e ilustrado, e incluso si se posee toda la fe, si no se tiene amor. Si no tengo amor, nada soy.
De la fe, la esperanza y la caridad (o sea, el amor) lo que es mayor, dice Pablo, es el amor.
Entonces, dejémonos de las cursilerías del mes y del día de amor, y amémonos los unos a los otros como Dios nos ha amado ahora y siempre. Y punto. Todo lo demás, son bagatelas.

PULIR LA PIEDRA

Nadie nace sabiendo, reza la sabiduría vernácula.
Y tampoco nadie nace perfecto, pero todo ser pensante y creyente es perfectible.
La obra de Dios -el Hombre y la Creación- se perfecciona día con día gracias a su Luz y a su Palabra revelada en el corazón del hombre por medio de su Gracia y de su Espíritu.
Por eso, el ser humano se pule a sí mismo con mazo y cincel, y gradualmente se va haciendo a sí mismo cada día; se va construyendo, y con su propia voluntad y esfuerzo y con la Gracia del Gran Arquitecto del Universo, Creador Omnipotente, Eterno, Inmutable y Justo -con su Luz y con su Espíritu-, el constructor va encontrando las formas de superar sus escollos y rebabas que le mantienen en las tinieblas, allá en el occidente de su templo interior.
La educación universal -que es lo que los Maestros de El Colegio Invisible anhelan- nos cubre con su manto y gracias al estudio -el pulimiento de nuestra piedra en bruto- vamos por ahí caminando y tratando de encontrarnos a nosotros mismos y hallar así a Dios. Por eso decimos el decir popular: A Dios rogando, y con el mazo dando.
Dicho de otro modo: Ayúdate que yo te ayudaré.

Confucio, el pensador chino, proclamó una gran verdad:

Estudiar equivale a pulir la piedra, y a fuerza de cultivarla se purifica el
espíritu.