
Unos, aunténticos paranoicos, dicen ser todo y haber estado en todo; otros, pontifican y sostienen tesis y afirmaciones fantásticas y absurdas.
Muy pocos oradores y comentaristas (por ejemplo en los talleres de El Colegio) son lo suficientemente sabios para asumir una conducta humilde y precavida cada vez que hacen uso de la palabra. Nunca dicen, por ejemplo, "a mi me parece", "yo sostengo", "pienso que", etc.
No. Lo que hacen es sostener, afirmar y pontificar cual sabios infalibles. Bien dice el decir que "los sabios callan, pero los tontos -y además necios- gritan".
Pero Aristóteles (384 AC-322 AC) lo dijo mejor:
El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.
Y así pensamos en El Colegio Invisible...
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