jueves, 31 de enero de 2008

EL HOMBRE DUAL

La dualidad es una realidad y una constante en el Universo. La Iglesia cristiana primitiva la tuvo como herética, y más aún la romana; los cátaros son la mejor prueba de ello, los maniqueos también, y si se quiere hasta los gnósticos. Pero más que una doctrina, la bipolaridad y el dualismo son una realidad en la naturaleza. El mundo es dual, la realidad es dual y el hombre, por supuesto, también lo es.
Por alguna razón, nuestro cerebro no comprende el Absoluto, sabe que esta ahí, pero es incapaz de abrazarlo y hacerlo suyo cognitivamente; comprendemos lo blanco porque existe lo negro, comprendemos el mal porque existe el bien.
La dualidad es una condición necesaria para hacer el mundo asequible al entendimiento y a la razón. De lo congrario seríamos incapaces de asir y sujetarnos al mundo.
Pero eso conduce a pensar que también la realidad interior del hombre -su alma, su mente, su espíritu, o lo que fuere- es dual.
Y si no, veamos el pensamiento de Mark Twain:

Todo hombre es como la Luna: tiene una cara oscura que a nadie
enseña.
Y quien quiera que niega esta verdad, que tire la primera piedra...

No hay comentarios: