sábado, 24 de noviembre de 2007

EL AMOR Y EL DESEO

José Ortega y Gasset se encuentra irremediablemente unido a la palabra "circunstancia".
El doctor en filosofía madrileño insiste en que lo que está en torno al hombre, todo lo que le rodea, no sólo lo inmediato, sino incluso lo remoto; no solo lo físico, sino también lo histórico y lo espiritual, todo determina su existencia. Todo ello define al hombre, todo lo hace, es decir, todo lo que le circunda le construye cotidianamente. El hombre se hace todos los días, como dicen los existencialistas, y Ortega lo es.
Su famosa expresión, en las Meditaciones del Quijote (1914), también le pinta de cuerpo entero a él:
«Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo».
Así -pensamos aquí- tanto el amor como el deseo configuran también la circunstancia del hombre, y por ello también Gasset se suelta diciendo:
"El deseo muere automáticamente cuando se logra: fenece al satisfacerse. El amor
en cambio, es un eterno insatisfecho".

Por eso hemos de decir: más vale amar que desear; pero, en la juventud, deseamos más de lo que amamos y por eso, precisamente por eso, necesitamos vivir intensamente y dejar que pasen los años para transformar el deseo en amor. Aprender a vivir cuesta... tiempo y dinero.

1 comentario:

blogpensado dijo...

Ortega y gasset gigante de la pluma, debio haber agregado a su reflexion "el hombre y su circunstancia" producto de la casualidad y cada uno con una cuota altísima de autodestrucción que debe meditarse, en cada etapa de la vida TENER CONTROL DE SI MISMOS , Y TRATAR A COMO DE LUGAR DE PASAR INADVERTIDOS EN ESTA VIDA tan breve en que nos toca salir a escena:Saludos Rogelio Pensado