martes, 6 de noviembre de 2007

LOS AMIGOS

Distinguir de entre los conocidos, los amigos, y de entre los amigos los hermanos. ¡Vaya virtud!
Todos los días, lo mismo en el vecindario que en la oficina, la fábrica y en el seno de la comunidad, escuchamos la palabra amistad, y su derivado, "amigo" como si fueran términos vagos. Pero cuán a menudo decimos lo que sabemos, sin saber lo que decimos.
No filosofaremos aqui acerca de lo que deberíamos entender por amistad, ya mucho se ha dicho de eso. Pero uno de los preceptos que valdría la pena evocar aquí es el del gran orador y legislador romano Cicerón. Él nos abre los ojos y nos permite ubicar la amistad como el "no abusar" de los amigos, cuando les pedimos -en calidad de favor- lo que no debemos perdirles.
Dice Marco Tulio Cicerón:
Este es el primer precepto de la amistad: Pedir a los amigos sólo lo honesto, y sólo lo honesto hacer por ellos.
No les pidamos a los que consideramos nuestros amigos aquéllo que de antemano sabemos les compromete... Así, el compañerismo en el seno de El Colegio Invisible permite construir la fraternidad.
Así también recordaremos la promesa de Agustín de Hipona:
"Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos", si... pero solo para pedir lo que es honesto, nada más.

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