viernes, 5 de octubre de 2007

EL AMOR FRATERNAL

Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía.
Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras como el rocío de Hermon, que desciende sobre los montes de Sión; porque ahí envía el Señor bendición y vida eterna.

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