La base del espíritu científico es la duda, y la duda conlleva el escepticismo. Quien, de entrada, acepta todo lo que ve y todo lo que oye, no es ni puede ser ni filósofo ni científico y si se afirma como tal es un farsante.
Por ello, más vale vivir en la duda que regocijarse en el error.
Karl Popper asi lo sentenció con su teoría de la falsación, cuestionada por sus alumnos -principalmente por Lakatos- pero finalmente vigente y animando el espíritu del trabajo científico.
En El Colegio Invisible se piensa que la búsqueda de la verdad y su proclamación al universo, es la misión esencial del Hombre.
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